Análisis

Esa canción me suena de Tik Tok

Esa canción me suena de Tik Tok

Felipe Tavera
Imagen portada de
Camilo Calderón
2021-07-22

Si tienes entre 0 y 100 años, usas Internet y estás intentando sobrevivir a una pandemia, entonces sabes qué es TikTok (o por lo menos lo has oído mencionar). Por otro lado, si eres un ser humano que está vivo actualmente, has escuchado, escuchas y seguirás escuchando hasta el día que te mueras música (espero), fijo, algún día vas a oír de TikTok.

Para los que hacen parte del grupo que ha oído mencionar TikTok, pero no sabe muy bien qué es, lo voy a explicar brevemente: además de ser una nueva y maravillosa forma de perder el tiempo en el celular, es una aplicación móvil creada en China en el 2016 bajo el nombre de Douyin, que permite crear y subir videos cortos, agregándoles música, efectos, textos, etc. Un año después, la empresa fundadora de la aplicación, ByteDance, lanza la marca TikTok para comercializar Douyin en el resto del mundo y paralelamente compra Musical.ly, otra aplicación para crear videos musicales. En el 2018 ByteDance unifica TikTok y Musical.ly y el resto es historia. En el 2019 TikTok logra 500 millones de usuarios activos al mes y en el 2020 se convierte en la aplicación más descargada en el mundo, superando a Zoom, WhatsApp, Instagram, entre otras.

En resumen, TikTok es una vaina vieja, y digo vieja porque muchxs nos enteramos de su existencia dos años después de su lanzamiento (en plena pandemia), que cambió muchas cosas en el mundo: aumentó la idiotez de Donald Trump, obligó a algunas marcas a tenerla en cuenta en su contenido digital, demostró (o reafirmó, creo yo) la estupidez de muuuuuchos jóvenes y nos comprobó que podemos pasar horas pegados a un celular y sentir que solo son minutos. Pero el cambio más increíble (para mí) es lo que hizo con la industria musical.

Lo de Trump, el contenido digital y la estupidez adolescente es, a grandes rasgos, algo obvio. Pero ¿cómo carajos esta aplicación es tan influyente en la industria musical? Y más importante aún, ¿es buena esta influencia? Spoiler alert: Fajardo estaría orgulloso con la conclusión a la que llegué.

Nuevas estrellas, nuevos hits y posibles one-hit wonders

Antes de explicar el primero de cuatro puntos de los que voy a escribir, es importante saber dos cosas: TikTok tiene su propia librería de sonidos que tiene millones de canciones para utilizar en los videos. Es decir, si yo quiero subir un video hablando, comiendo, leyendo o haciendo lo que sea y le quiero poner de fondo qué sé yo, El Santo Cachón, lo puedo hacer directamente desde la aplicación sin necesidad de editar el video aparte (esto es real porque este temazo, sí, temazo, está disponible en la aplicación). Esto también quiere decir que si yo estoy viendo un video que tiene alguna canción de fondo que me gusta puedo tocar en la parte inferior de la pantalla y saber qué canción es.

Listo, ahora sí: la posibilidad de tener música en TikTok nos lleva a un concepto que ayuda a entender por qué puede haber nuevas estrellas y hits en la industria musical: la transmedialidad. Para que entiendan esto voy a obviar su explicación técnica (porque no me la sé y no les voy a copiar y pegar un párrafo inentendible de internet) y se los voy a explicar con ejemplos. ¿Qué pasa si a alguien se le ocurre hacer una serie o una película inspirándose en juguetes? Pues salen productos audiovisuales como Transformers o He-Man. O al revés, ya tengo la película pero necesito el juguete: Star Wars y los miles de legos, figuras de acción y rompecabezas que existen… ¡Los sables de luz! En fin, la lista es infinita.

La música en TikTok juega un papel similar. Hay creadores que utilizan una canción para crearle una coreografía, otros para descomponer sus elementos técnicos, otros para hacerle un cover, otros para leerla como si fuera poesía, otros simplemente para ponerla de fondo mientras hacen cualquier cosa con su pareja o solos (como mencioné arriba) y otros para hacer memes. Esto nos lleva al primer caso que realmente tuvo éxito en TikTok: Lil Nas X con su canción Old Town Road.

Montero Lamar Hill (Lil Nas X) alcanzó la fama musical de una manera poco convencional: era el 2019 y el rapero estadounidense estaba buscando beats gratuitos en YouTube para componer una canción encima. Se encontró con un beat del productor neerlandés YoungKio, le gustó, lo descargó, se grabó cantando encima y lo subió a SoundCloud. Pasó un tiempo y el tiktoker Michael Pelchat le pidió a Montero si podía usar su canción (que había encontrado en SoundCloud) para un TikTok suyo. Ahora, el TikTok es un hombre vestido de vaquero bailando al ritmo de la canción justo cuando empieza el beat. No es la gran cosa, la verdad, peeeeeero el video tuvo mucho éxito y otrxs empezaron a hacer su propia versión del baile. Bueno, pues esa tendencia se catapultó de una manera impresionante y empezó la fama. Actualmente este joven de 22 años (¿qué hacían ustedes a sus 22?) es el artista #16 más escuchado en el mundo en Spotify y rompió un récord histórico tras durar DIECINUEVE SEMANAS en lo más alto de la Billboard Hot 100, una lista de los 100 sencillos más vendidos en Estados Unidos. Si quieren conocer más a fondo sobre el papel de TikTok en la carrera de Lil Nas X y su colaboración con Billy Ray Cyrus, papá de Miley Cyrus, les dejo un video a continuación.


Algo más o menos similar pasó con Olivia Rodrigo y su sencillo drivers license: talento, juventud, un poquitico de suerte y, cómo no, TikTok.

Yo sé que muchos estarán pensando “bueno, pero ¿quién me asegura que van a tener éxito con sus demás canciones?” Nadie, nadie tiene la certeza de eso, porque fácilmente podrían ser one-hit wonders (Aserejé, Las Ketchup; Mayonesa, Chocolate; Rude, MAGIC!). Sin embargo, y menos mal porque les sobra talento, no lo son. Búsquenlos en su plataforma de streaming favorita y dense cuenta de los números en sus otras canciones, son ab-sur-dos.

Ahora, otra posibilidad. Soy creador de contenido musical en TikTok y justo la persona indicada vio mi video. Vamos con el segundo punto.

¿Show de talentos?

No es lo mismo ser descubierto musicalmente porque alguien utilizó mi canción en un video a que si yo mismo como artista independiente hago un video cantando una canción (sea original o de alguien más). Precisamente esto último le pasó a Emilee Flood, una joven estadounidense que sube videos a TikTok cantando y tocando guitarra. Ella, el instrumento, su cama y no más. Pues resulta que Karol G, artista colombiana de reggaetón, un día cualquiera vio un TikTok de ella cantando un pedazo de Beautiful Girls, se enamoró, le dijo a su productor que la contactaran y así la hizo partícipe de su canción Beautiful Boy.

Les puede o no gustar el género, todo bien, pero si la cantante de reggaetón más importante del mundo actualmente me contacta porque me quiere hacer parte de una de sus canciones, no creo que el género musical importe mucho. Además, es música, ya no estamos para esas maricadas de ponernos a pelear por un género musical. En todo caso, Karol G obtuvo lo que quería y Emilee ganó bastante, bastaaaaante reconocimiento. Les dejo una entrevista de la reggaetonera contando esta anécdota.

¿Y solo puedo tener éxito lanzando hits o si algún famoso ve alguno de mis TikToks por casualidad?

Uy, ¡esta me suena!

Si han puesto atención, seguramente ya saben de qué voy a hablar en este punto. Si no, les recuerdo: los sonidos de TikTok, o sea el millón de canciones que están disponibles en la aplicación, se pueden utilizar en cualquier tipo de videos. Sí, llegan los trends (o tendencias): digamos que es algo así como un tema que se vuelve popular o un baile que alguien le hace a una canción en particular y todxs empiezan a replicar. Estos temas pueden ser literalmente cualquier cosa. Por ejemplo, “Le digo a mi novix que hagamos su actividad favorita y grabo su reacción” o “Conozcan a mi grupo de amigxs”. Lo interesante de esto es que la mayoría de los trends que no son de baile tienen igualmente una canción específica de fondo. Y este fenómeno nos lleva, por fin, al tercer punto: Ciertas canciones se hacen virales por la coreografía que alguien les inventó o por las tendencias en las que son utilizadas, no por la canción en sí. Ojo, algunas de estas canciones fueron muy famosas en su época y TikTok solo las trajo de vuelta, pero otras utilizaron la plataforma como medio masivo de difusión. Para que me entiendan mejor vamos a ver algunos ejemplos de esto:

Gracias a TikTok recordé esta canción:

El primer caso es sencillo: alguien pensó que podía utilizar una canción vieja para cierto tema. Listo, no es más. El segundo caso es más complicado porque me hace retomar un tema que ya mencioné: los one-hit wonders. Arizona Zervas tiene casi diez millones de oyentes mensuales en Spotify y su canción Roxanne tiene un billón de reproducciones, pero ¿alguien conoce alguna otra canción? ¿Alguien lo ha visto en algún Talk show, en algún line-up de un próximo concierto? Lo mismo con Jawsh 685; saquen sus propias conclusiones.

Para cerrar este punto, les quiero mostrar un caso específico que demuestra la magnitud de esta maravillosa aplicación. La rapera y cantante estadounidense Doja Cat publicó su sencillo Say So a finales del 2019. En esa misma época la canción se empezó a viralizar en TikTok y se le creó un baile. Pues ese mismo baile, creado por gente común y corriente, fue utilizado por la artista en el video oficial de la canción (minuto 2:26 en el video de la derecha para lxs impacientes).

Los ricos se hacen más ricos

A esta altura del texto ya nos dimos cuenta de algo importante: TikTok no es menos que Spotify, Deezer, Apple Music o cualquier otra plataforma de streaming. ¿Y esto qué quiere decir? Que obviamente las productoras van a estar presentes con la música de sus artistas. De esta manera, surgen casos como los siguientes:

 

En cada una de las canciones hay más de un sonido disponible porque es una parte distinta de la canción. El punto es que si sumamos los números de cada canción todas superan los dos millones. ¿Más de dos millones de vistas? No, ¡más de dos millones de videos! Es decir, un número absurdo de visualizaciones. Y todos estos videos están divididos en dos: los que muestran su respectiva coreografía (creada por cualquier usuarix) y los que tienen la música de fondo mientras en video se muestra cualquier cosa. Ahora preguntémonos lo siguiente: ¿Estos tres artistas necesitan más oyentes de los que ya tienen en Spotify, por ejemplo?

Mmm, yo creo que no, ¿cierto? Pero no nos vamos a decir mentiras, nunca está de más un poco más de fama y exposición. Ah, y de plata, plata, plata, plata y más plata.


Está claro que TikTok representó y sigue representando un cambio enorme para la industria musical. Hace rato dejó de ser “la aplicación esa de videos y bailes tontos”, y su creador ya lo sabe, pues siendo una aplicación de videos en su página web se puede encontrar un resumen muy detallado de cómo fue el 2020 para TikTok en términos musicales (los datos en serio son impresionantes). Como dije al comienzo de este texto, llegar a una respuesta concreta de si la influencia de esta aplicación en la música es buena o mala es muy complicado. Infortunadamente, la respuesta siempre va a ser un muy tibio depende.

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