Análisis

La prehistoria de los Rincones Secretos

La prehistoria de los Rincones Secretos

Lina Zarama
Imagen portada de
Lina Zarama
2021-11-23

Nota del editor: Publicada en 2020, la primera novela gráfica de Lina Zarama explora las muchas personas que somos cada quién en el marco de las restricciones de la pandemia en curso. Marcados por las incertidumbres de este tiempo y movidos por cierta inestabilidad emocional agudizada por las cuarentenas, los personajes de Rincones Secretos exploran sus emociones, sus hábitos y sus vínculos a través de una correspondencia repleta de una generosidad y comprensión hacia el otro que, personalmente, me ha resultado terapéutica. En esta pequeña y colorida reseña que sirve como introducción a la charla/taller que tendremos el lunes 13 de diciembre, le pedimos a Lina que nos hablara de la creación de sus personajes y un poquito de su proceso creativo. La novela gráfica pueden descargarla aquí.

Las historias surgen de la propia vida, dicen muchos autores. No todas las historias son autobiografías o autoficciones, pero la constante interacción con diversas formas de vida hace que palpiten nuestras emociones e interpretaciones. En otras palabras, las historias surgen de todas partes. Mientras crecía creí entender estas palabras y mi cabeza fue una lupa y una cámara filmográfica. Atesoré gestos de conocidos y desconocidos, atesoré tormentas y angustias, atesoré llaves perdidas en medio de la calle. Pero cuando me gradué de la universidad descubrí que era mentira. Disecar recuerdos o palabras de otros, rasguñar y desenredar entramados emocionales cada vez más amplios, describir el haber sido una montaña rusa de sentimientos; nada de eso hace historias. Ser sólo una lupa y una cámara no hace historias. La propia vida por más que se estremezca no se va a trepar a tu hombro para que la retrates, la propia vida no te va a llevar de la mano a través de la tinta, la propia vida no es una narración cabal.

Entre pataleos conmigo misma y con el mundo he ido descubriendo que las historias no surgen de la vida misma, sino de los personajes que garabateo en mis libretas. Al decir esto quizá miento, como se verá más adelante, pero sólo en esta forma de dar vueltas puedo ser honesta y puedo atrapar historias. El desarrollo de la novela gráfica corta Rincones Secretos fue uno de los caminos que me permitió ver lo que no entendía y apreciar lo que ya sabía. Este proyecto tuvo el tiempo para desarrollarse y luego difundirse gracias a dos convocatorias del gobierno que gané [i], sin embargo, la historia que se narra no surgió de estas. Desde hace un tiempo ya convivía con las protagonistas: Penturina y Azur, e incluso tenía esbozos de Átaro y Zula.

La prehistoria de los Rincones Secretos son los garabatos que he realizado en mis libretas cotidianas. Algunas son poco serias, incluso poco bonitas y quizá por ello más llenas de todo tipo de tachones y rayones.

Garabatos cotidianos @lina.gato

Otras más elegantes son laboratorios de exploración en los que incluso invito a quienes me han rodeado a que dejen allí sus propios garabatos. Otras libretas son secretas, sobre todo escritas donde de vez en cuando los dibujos son metáforas visuales de la redacción. Cotidianamente me acompañan libretas pequeñas, medianas, de vez en cuando grandes; de papel reciclado, de papeles de colores, de papel grueso en preferencia, pero no demasiado costoso para que no intimide a nadie. Pero mis garabatos no se limitan a las libretas destinadas a sus juegos, también se entrometen en los bordes de las páginas de libretas de apuntes, o de listas de cosas por hacer, y comentan con broma o tedio.

Bocetos que acompañan @lina.gato

Así, brillando por la falta de seriedad y poca importancia dada a su belleza, mis garabatos cotidianos disertan sobre lo que vivo o siento, viajan hasta lo que deseo, se burlan de mí o me entretienen en las posibilidades de sus líneas y detalles. Así, poco a poco, me he zambullido en ellos sin presiones ni dificultades, y nado con mis manos en cualquier rincón de mis días.

Mis garabatos cotidianos no son proyectos, ni historias, a veces ni siquiera ocupan toda una página, o no son más que tres líneas en una margen. Pero en ellos voy viendo gestos o trazos que me gustan y repito en uno u otro lado, de una u otra forma. Una y otra vez empiezo con una línea endeble y sinuosa que no se detiene hasta terminar de formar todo un ser, casi siempre deforme, extraño y simpático.  

Garabato amable @lina.gato

Una y otra vez dibujo narices largas, muchas terminan siendo picos de pájaros. Una y otra vez dibujo seres de cabello liso, a veces largo hasta casi llegar al suelo, como siempre quise tenerlo en mi infancia, a veces corto y desordenado. Una y otra vez dibujo ojos, a veces con muchos detalles, a veces con pocas líneas, a veces ocultos. Una y otra vez hago pasearse gatos, casi siempre feos, a veces más gordos, a veces más humanizados, casi siempre con mucha energía. Entre los rasgos que se repiten se van formando seres. Algunos no vuelven a aparecer. Otros comienzan a comentar una y otra vez de forma parecida mi vida, van teniendo su propia opinión, y se ven enfrentados a otros que comentan de formas distintas. Así, poco a poco y sin que aún tuviera un nombre, surgió Penturina.

En una época en que quería ser independiente del nido de mis padres y explorar Bogotá aunque diera miedo, en una época en que amaba tanto como me fastidiaba de mis amigos, en una época en que los desconocidos me daban tanta curiosidad como tedio, surgió Penturina pájaro. Trémula, tímida, sensible, azul, con el pelo liso muy largo, la mirada oculta y la nariz larga a punto de ser un pico; Penturina pájaro dudaba y temía conmigo.

Malentendidos entre Penturina pájaro y Penturina fantasma @lina.gato

Después logré plasmar a Penturina fantasma, pero su voz desde mucho antes rondaba en mi cabeza. Su voz pétrea, latigante y tan racional que ella misma es sólo una cabeza que flota entre leves torbellinos. Para Penturina fantasma nada es suficiente y pocas cosas valen la pena. Sin descanso nos daba órdenes, regaños y muchas ganas de llorar a Penturina pájaro y a mí, por lo que con el tiempo la aparición de Penturina gato fue mi propia rebeldía contra mi racionalidad insensible que no entiende nada aunque crea que todo lo tiene claro en su cabeza. Penturina gato le dio voz a mi alegría, apertura y ganas de rasguñar. Un día, al verlas a las tres discutir para decidirme, convencerme o aceptarme, se hizo evidente que las tres era una sola y que necesitaban un nombre.

Garabato de Penturina @lina.gato

Por un tiempo fui Penturina y Penturina me ayudó a vivirme al verme desde afuera, al escuchar desde lejos cada una de mis inclinaciones con voz, intereses y habilidades propias. Cada persona es mucha gente, pensé, y me surgieron preguntas sobre cómo se conviven a sí mismos quienes me rodean, ¿cuántos seres será mi padre?, ¿cómo se pondrán de acuerdo los seres que sean mi madre? Garabateé interpretaciones en las que muchas veces se mezclaban las personas que conozco. Dudé de qué tan profundamente conocía a mi amiga más cercana, e incluso me encontré incapaz de abarcar a mi hermano. Entre estas exploraciones desordenadas surgieron Átaro, Zula, y algunos otros personajes que aún no tienen historias propias.

Garabato de Átaro palmera @lina.gato

Pasaron meses, adopté un gato, cambié un par de veces de casa, me gradué de la universidad, y entre vivir y cambiar en mis garabatos cotidianos surgió Azur. Primero apareció Azur la pequeña como un infinito grito de angustia, por eso su boca grande, filuda, sus ojos pequeños ojerosos y por eso siempre está en pijama. Pero enseguida hice aparecer a Azur la grande, para que aquel grito no me tragara, y ella se encargó de contener a la pequeña y de mediar con el mundo.

Primer primerísimo garabato de Azur @lina.gato

Azur la grande es alta, estilizada, fabulosa y no le da demasiada importancia a las cosas aunque se ocupe un poco de todas ellas. Surgieron juntas desde el comienzo porque la posibilidad de un mundo en que todas las personas son muchos seres ya existía gracias a Penturina, y así comencé a explorarla. Azur la pequeña sufría y se quejaba, Azur la grande le mostraba otras perspectivas o le restaba importancia al drama. Un día vi sonreír a Azur la pequeña y las tres fuimos felices, ella no sólo era angustiosa, infantil y con cara de axolotl, además era irrefrenable alegría y fuerza creativa. Con Azur me comprendí de otra forma, me dialogué de otra forma y dejé ir la que había sido, aún sabiendo que nunca dejaría de ser parte de mí.

Bocetos de diálogos internos de Azur @lina.gato

Como una forma de convivirme en mis libretas cotidianas, en las poco serias, de exploración o de auto comprensión escrita, surgieron Penturina, Azur, Zula y Átaro. Surgieron en la cotidianidad y sin que les diera mayor importancia, lo cual no quiere decir que no fueran importantes. Me acompañaban y ayudaban a serme, por lo cual eran vitales; pero no tenían importancia por ser sólo garabatos, no representaciones realistas ni proyectos definitivos. No por ello tenían poca fuerza, y se me hizo evidente que con estos personajes podría atrapar historias. Las podría atrapar porque no sería sólo lupa y cámara, sino también manos, garabatos cotidianos, sentimientos contradictorios y oídos. Las podría atrapar porque aunque aún no tuvieran historias propias conocía tan bien a mis personajes que era sólo cuestión de ponerlos en un contexto para ver cómo interactuarían con este.

Boceto de Penturina @lina.gato

Las podría atrapar porque de una y otra forma ya las había venido trabajando cotidianamente en mis libretas, no tendría que hacer aparecer magia de la nada ni tratar de atrapar algo lejano. Las podría atrapar porque me había implicado tanto en sus dinámicas que entendía la forma en que su mundo podía funcionar, y lo que aún no sabía lo venía rumiando.

Al ver las convocatorias del gobierno ideé un bosquejo de historia para mis personajes, y gracias a que la gané pude enfocarme en desarrollarla sin preocuparme demasiado por el dinero. La historia de Rincones Secretos trata de lo que estos personajes en sí son: un constante aprender a convivir con uno mismo. Además, sobre las búsquedas por crear artísticamente que yo misma he estado recorriendo y de cómo estos dos procesos ineludiblemente suceden en relación y en medio del mundo, en Colombia, en Bogotá y La Mesa, y en una emergencia sanitaria global.

Ejercicio de color con Azur @lina.gato

Al desarrollar esta novela gráfica comprendí que no entiendo cómo las historias surgen de la vida misma. Sin embargo, de alguna forma mis libretas cotidianas son quienes median en este trance inasible. Libretas a las que no les importa ser serias o secretas, libretas generosas que son mi hogar y el de todo tipo de notas y garabatos; así estos sean deformes o incomprensibles, así nunca lleguen a ser nada más de lo que son.

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[i] Las convocatorias ganadas fueron: Corazonarte 2020 del IDECUT y Comparte lo que somos 2021 del Ministerio de Cultura.


Lina Zarama se describe como una Aprendiz de gatos. Es egresada del jardín infantil Mafalda y del Liceo Juan Ramón Jiménez, además es Profesional en Estudios Literarios de la Universidad Nacional de Colombia, artista autodidacta y parte del Taller Artes Z Naturarte. Es la Autora de la novela gráfica Rincones Secretos, ganadora de un estímulo en CORAZONARTE 2020 del IDECUT 2020 y del Segundo Lugar en Concurso REVELA CONVOCA 2021. En Instagram la encuentran como @lina.gato

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