El semáforo peatonal cambia a rojo. Siete articulados rojos pasan a su velocidad máxima. Los mismos animales metálicos con sus tripas a reventar pasan sobre un paquete de bolsas negras que contienen una masa disforme roja y blanda. Desde el cruce peatonal parecen dos o tres perros muertos dentro una bolsa de basura. Desde las sillas de los conductores se ven como porquería descolocada que no merece un quite ni una frenada de emergencia. Desde adentro de la bolsa el mundo es el mismo de siempre. Desde las cuerdas de la energía las aves preparan el festín de la cena.